sábado, 11 de mayo de 2013

¿LUCHAR? ¿PARA QUÉ?

Últimamente, cada vez que me hablan de manifestaciones o huelgas, no puedo menos que encogerme de hombros. ¿Para qué tanta manifestación? Si pasan de nosotros. ¿Para qué tanta huelga? Si sigue habiendo servicios mínimos (permitidos por los huelguistas y convocantes). La verdad, no creo que sirvan para mucho. Los gobernantes ven divertidos como el pueblo se echa al suelo, llora, patalea y, cuando se le pasa el berrinche, se vuelve tranquilamente a casa con su fútbol y su cerveza.
No creo que sea esa la solución. La lucha tiene que ser más radical, aunque no por ello, más vistosa. Desde quemar un cajero a robar en un supermercado, todo ello es lucha, activa o pasiva, pero lucha.
No compres sus productos róbalos, no alquiles, okupa. Procura tener el mínimo dinero posible en el banco, que no puedan jugar con él ni aprovecharse y, ante todo, antes que pensar en esta mierda de juventud atontolinada  (ni somos el futuro, ni leches), piensa ante todo en tí. Parafraseando a Def Con Dos (y mira que prefiero dejar la música moderna apartada del blog): PIENSA, Y QUE NO TE COJAN.

Y ahora, un temita de la polifonía medieval, de monjes y eso que, con la tontería de la autogestión de sus huertos y de los campesinos puteados vivían que daba gusto, sin crisis ni historias.

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